La estadounidense que se casó con el fundador de la Seguridad el Estado

MIAMI, Estados Unidos.- Cuando Lorna Burdsall conoció a Manuel Piñeiro, también conocido después como ?Barbarroja?, en los años 50, tal vez lo último que imaginaba era que su esposo fundaría uno de los aparatos de inteligencia con peor fama del mundo.

Un reportaje de El Nuevo Herald hace referencia a unas cartas recién descubiertas de esta bailarina estadounidense revelando cómo fue su vida en Cuba, el país donde se estableció desde 1959.

Su esposo, el comandante ?Barbarroja?, dirigió el aparato de inteligencia cubano y de Seguridad del Estado por casi tres décadas. Manuel Piñeiro ejerció su poder primero desde del Ministerio del Interior y más adelante desde el Departamento América del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

Se trataba de un hombre de confianza de Fidel Castro, encargado de la creación y el apoyo de varios grupos guerrilleros en Latinoamérica. Falleció en 1998, en un accidente automovilístico que levantó sospechas debido a las entonces recientes declaraciones de ?Barbarroja? sobre escribir sus memorias.

Su historia con la bailarina Burdsall se remonta a 1955, cuando era estudiante de la Universidad de Columbia en Nueva York. Estando allí se casó con la estadounidense de Connecticut miembro del Partido Comunista. Burdsall era, a la postre, hija de un representante de la empresa Bacardí en Matanzas.

Piñeiro se incorporó al Movimiento 26 de Julio dirigido por Fidel Castro y llegó a ser comandante del Ejército Rebelde. Tras la subida de los guerrilleros al poder, dijo a su esposa que viajara a Cuba desde EE.UU.

Los telegramas indicándole lo que debía hacer son parte de la colección de cartas, que se encuentra a la venta. Uno de los mensajes aparece firmado por ?Fifo?, uno de los sobrenombres de Fidel Castro.

Burdsall tenía un regreso a Cuba programado por ferry para el 6 de enero de 1959. ?Ese día recibirás dinero si quieres regresar?, dice el telegrama. Nedda, la hermana de Burdsall, describe ?la emoción? y las gestiones apresuradas del regreso a Cuba.

Dos años después, preocupada por el paradero desconocido de su hija, la madre de Burdsall escribe en otra carta al Departamento de Estado para solicitar que los funcionarios indagasen en la Isla qué podía haberle ocurrido.

La embajada respondió que desconocía dónde se hallaban Burdsall y el hijo que tenía con ?Barbarroja?, Manuel Khalil Piñeiro, nacido en 1957. ?Su solicitud indica que ella está casada con el comandante Manuel Piñeiro y su dirección es la residencia del comandante Raúl Castro, Ciudad Libertad, Habana?, escribió entonces un funcionario del Departamento de Estado.

?Raúl Castro es el jefe de las Fuerzas Armadas de Cuba. El comandante Piñeiro es un alto funcionario en el servicio de inteligencia de las Fuerzas Armadas de Cuba. Por las razones anteriores, la Sra. Piñeiro ha tenido poco contacto con la Embajada y su paradero actual se desconoce?, añade la misiva.

Son pocos los detalles acerca de las misiones de ?Barbarroja? que afloran en las cartas, pero en cambio dan una idea de la vida privilegiada que llevó la bailarina como miembro de la élite de poder.


Así, la asistencia a una concentración el 26 de julio de 1964 en Santiago de Cuba fue precedida por un rato en una piscina y ?luego el almuerzo con puerco asado?. También se celebró un cumpleaños de Piñeiro en el cabaret Tropicana.

Pese a la austeridad y la escasez de los años 70 en la isla, el comandante Piñeiro se daba gustos prohibidos para sus coterráneos, según describe la correspondencia.

También se nota que la suspensión del servicio de correo postal directo entre Cuba y Estados Unidos en 1963 no afectó la comunicación de Burdsall con su familia. Las cartas y sobres no demorarían más de dos o tres semanas para ellos.

Burdsall y su familia compartían regalos como unos tabacos ?del mismo tipo de los que fuma Fidel?. En otra misiva a su madre, comenta que estaba reuniendo regalos para enviar, algunos comprados por ella y ?otros regalos de Checoslovaquia, la Unión Soviética, Corea, etc.?

Las cartas y telegramas pertenecen a una colección de 20 documentos que obtuvo la anticuaria Joy Shivar. ?Esta colección ofrece una mirada poco común sobre el caótico período de la Revolución cubana a través de los ojos de una mujer estadounidense que estaba profundamente involucrada y dedicada a la causa?, comentó.

Shivar a su vez, consiguió los documentos a través de un anticuario que los compró en una subasta realizada por la familia de Burdsall en Lexington, Kentucky. Sin embargo, estos no mostraron interés en conseguir los documentos de vuelta.

Dos cajas con correspondencia de Burdsall fueron adquiridas por la Cuban Heritage Collection en 2013, tras la muerte de la bailarina en 2010.

En Cuba, Burdsall fundó la Escuela Nacional de Danza, creó la compañía Danza Contemporánea y el conjunto experimental Así Somos. Desde 1977, fue asesora de danza moderna en el Ministerio de Cultura. Por otra parte, no parece haber sido muy devota de Alicia Alonso.

Burdsall nunca se fue de Cuba, aunque viajaba ocasionalmente a Estados Unidos. Se divorció de Piñeiro y este se volvió a casar con la marxista chilena Marta Harnecker.

Actualmente, una nieta de Burdsall, Gabriela Burdsall, vive en La Habana y es bailarina de la compañía que fundó su abuela.


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