En Cuba, isla pequeña donde viven personas alegres, carismáticas y luchadoras que tienen que enfrentar día a día la incompetencia, incomodidades, carencias, absurdos e irregularidades, hace que sean muchas las batallas y problemas diarios que deben librar para solucionar hasta el más mínimo de los problemas.
El primero de estos problemas, y no por ello el mas importante, pero si el más generalizado, se trata de la vivienda.
La promiscuidad y el hacinamiento debido al número ilimitado de habitantes por viviendas es muy común acompañado de todos los problemas de convivencias y conflictos que esto puede traer, además de las condiciones constructivas de las mismas, se observa una mejoría en las condiciones de las casas pero abundan bastantes con condiciones mínimas para vivir.
Paredes deterioradas, poco mantenidas o cuidadas, sin pintura y en ocasiones sin las condiciones necesarias para vivir dignamente es una de las constantes de algunas viviendas en Cuba.
Al igual que la convivencia simultanea en una misma vivienda de dos o mas familias, esto por la poca oferta y alternativas que se presentan al respecto.
La reciente apertura del mercado inmobiliario es inalcanzable para un cubano que viva de su trabajo, la compra de una vivienda sólo se puede soñar a través de la ayuda de alguna persona que viva fuera de la isla o cuenten con un negocio particular exitoso y lucrativo.
Un lugar muy significativo adquieren los problemas de alimentación.
Vamos a referirnos aquí a los abastecimientos normados que son insuficientes y deficientes, a los productos comercializados en divisa con muy alto precio, y poca calidad, carentes de sistemacidad, como existe un solo proveedor “El Estado”, los productos pueden “desaparecer o aparecer” a la misma vez en todos los mercados, ademas que con el poder adquisitivo de la generalidad en la Isla se hace imposible sostener un alimentación sana y equilibrada.
Algunos de los productos básicos mas buscados y consumidos por los cubanos escasean por temporadas, un ejemplo de esto ha sido el pan, que se ha extinguido y casi desaparecido por una buena temporada.
Y por otro lado esta el alto precio de algunos de ellos los cuales son comercializados en divisas, siendo casi imposible de comprar por un cubano trabajador promedio.
