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El robo del título universitario en Cuba


El ingeniero eléctrico Rubén Fernández, reside en el Ecuador. Desde hace unos años, fue allí  con la esperanza de ganar algun dinero, y ayudar a sus familiares en Cuba. El inexplicable robo de su diploma de ingeniero, en una  oficina del Estado ecuatoriano, no le ha permitido encontrar un trabajo acorde con su profesión, por lo que las promesas hechas a los suyos no han podido ser cumplidas.

Reinier, hermano de Rubén, nos dice: “Pensé que mi vida podía mejorar con la ida de mi hermano a Ecuador. Esperaba incluso emigrar a ese país con su ayuda. En una carta de Rubén, desde el Ecuador, se puede leer, “aunque tú no lo creas, sigue siendo mi meta traerte. Pero para eso tengo que pasar mi visa ecuatoriana al nuevo pasaporte y me exigen que demuestre que yo soy graduado de la Universidad de La Habana, y tú conoces que mi título me lo robaron unos abogados aquí. Hacer ese trámite en Cuba, en la Universidad y en la Cancillería tiene un costo altísimo como  bien sabes y yo por ejemplo este mes no he ganado un centavo, así que te pido tengas paciencia”.

Lo cierto es que, solo para garantizar su título, Rubén Fernández tendría que pagar a las autoridades cubanas más de 400 dólares para poder obtener la certificación de una carta que lo acredite como Ingeniero Eléctrico, título que obtuvo a finales de la década del 90 en la Ciudad Universitaria José Antonio Echevarría (CUJAE).

Desde  que perdió el diploma, Rubén pidió la cooperación de su padre que vive en Cuba. La idea era encontrar alguna amistad de la vieja guardia para resolver el problema, toda vez que su padre también fue egresado de este centro donde muchos de sus compañeros se establecieron como profesores allí, pero la gestión no resultó.

Tuvo que conformarse  con la información del Archivo Central de la CUJAE, con el monto a pagar por la copia del título.   “150 CUC (dólares) al centro universitario,y 200 CUC para legalizarlo en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, más 20 CUC por sello de timbre y dos sellos de 10 pesos en moneda nacional. Todo esto, previa iniciación de contrato con la Consultoría Jurídica Internacional ubicada en calle 22 y 3ra en Miramar”. Estos precios, que serían altos para los estándares de cualquier país, parecen astronómicos en Cuba, donde un ingeniero como Rubén gana poco más que un CUC diario.

Hasta la fecha, el Ingeniero eléctrico Rubén Fernández no ha podido levantar cabeza. Toda una odisea, que ha repercutido en sus familiares en la isla. Para colmo el Consulado de Ecuador en Cuba exige, después de la legalización de la carta en el Ministerio de Relaciones de Cuba, un pago de 45 Euros