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Píldora explosiva para cerdos: ¿leyenda urbana de Cuba o crueldad contra animales?

Píldora explosiva para cerdos: ¿leyenda urbana de Cuba o crueldad contra animales?


Dmitri Prieto

HAVANA TIMES ? Es bien fuerte lo de la píldora explosiva para cerdos, sobre todo, tomando en cuenta que, a todas luces, se afirma que no fue hecha para ellos. Pero el vox populi la asocia a esos animales.

De hecho, no está del todo claro cuál es su función original.

Tampoco sabemos, sin embargo, para qué se usa en los cerdos.

Ni siquiera se sabe si la píldora en cuestión existe. De ahí la posibilidad de que sea una simple leyenda urbana, como esos memes que circulan por Facebook, o como las fakenews sobre Cuba que publica Siro Cuartel en su periódico satírico digital El Lumpen.

Lo de que no se conoce para qué se usa en los cerdos es una afirmación bien distinta a su alegado efecto en cerdos: se dice que los hace explotar. Parece que algo la hace atractiva para que el mamífero la coma. El punto es que no está claro cuál es el interés del dueño del animal en hacerlo reventar. Sabemos que hay muchas otras formas de matar a un puerco; en Cuba normalmente se usa para ello un largo cuchillo afilado.

El cerdo es, según el grupo musical cubano Buena Fe, el mamífero nacional de Cuba, aunque jamás haya sido declarado tal por ningún órgano oficial. En la Isla existe cierto respeto tradicional por la Palma Real, árbol nacional del país, e incluso algunas leyes la protegen; es famosa la cuasi-sacralidad de las vacas en Cuba, pero no hay nada parecido que proteja los cerdos.

La supuesta píldora, que debe ser comida por el animal para que actúe, pues, habría de contener algún componente químico que entraría en reacción con su jugo gástrico, que contiene una fuerte concentración de ácido clorhídrico (HCl) y un pH cercano a 1 (muy ácido).

Debe ser un componente bien concentrado, pues se alega que reacciona muy fuertemente con el ácido, y hace que este se convierta en uno de los reactivos necesarios para hacer explotar al desdichado ser.

El otro reactivo es el contenido en la píldora. Al ocurrir el proceso químico ?extremadamente rápido- después de disolverse la envoltura de la cápsula, se produciría ?supuestamente- una especie de combustión instantánea con emisión masiva de gases, que a su vez harían incrementarse drásticamente el volumen del estómago porcino, las paredes del cual no resistirían, y esos gases entonces llenarían las cavidades internas del cerdo.


Como no hay forma de parar la reacción antes de que los componentes activos de la píldora interactúen químicamente con la totalidad del ácido que contiene el estómago, el proceso culmina en la destrucción total de la integridad física de las cubiertas exteriores del puerco, y su consiguiente muerte casi instantánea ?pero, hemos de presumir, muy dolorosa-.

El cuerpo quedaría desperdigado en forma de fragmentos, quizás siguiendo con cierta integridad el cráneo, las patas y la cola del pobre animal. No sabemos si esos restos serían comestibles para humanos de estas tierras, pero es presumible que para algunos usuarios quizás les resulta agradable al paladar después de presenciar el espectáculo.

Puede que la propia explosión los ase al momento, de modo que para gentes morbosas sería degustable un resto asado/ahumado del cerdo, cuya explosión fue presenciada previamente, a modo de diversión.

A lo mejor hay hasta quien pagaría por eso, o harían apuestas sobre el cerdo de quién explota primero.

No está claro quién haría semejante cosa, ni para qué. Ni menos para qué se desarrollaría la píldora, originalmente.

Por cierto, escuché también de que había un preparado semejante para los pollos. Todo lo morboso de la historia me hace recordar las crueles recetas infantiles sobre cómo hacer explotar ranas y sapos echándole sal, y también lo que sucede a veces a los cadáveres humanos, que en procesos de descomposición de cierto tipo producen gas metano, el cual puede hacerlos explotar estruendosamente aun en la tumba, rompiendo también el ataúd.

La versión más rapaz de la leyenda parece estar relacionada con ciertos fármacos para la Fuerza aérea, que supuestamente harían explotar al piloto en plena misión. No sabemos si se trata de pilotos cubanos, ni para qué haría falta una muerte tan cruel para un pobre piloto, aunque fuera de guerra? En fin, todo puede ser un gran fake, como el del famoso chupacabras: diversionismo ideológico para desviar miradas en medio de la polémica sobre el centrismo, los campos de golf, Kempinski, el cambio climático, 2018 y la era Trump.

En todo caso, estamos ante un enigma de la Cuba de hoy, donde cada vez se alzan más voces en pro de los derechos de los animales, aun cuando se percibe un incremento del espíritu de violencia social, sobre todo, entre jóvenes, que muchos críticos le achacan al regguetón.


Publicado en:http://www.havanatimes.org/sp/?p=125139

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