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Especies exóticas: la invasión silente

Especies exóticas: la invasión silente

Especies exóticas: la invasión silente


CIENFUEGOS; Cuba.- Un estudio reciente de la Sociedad Botánica de Cuba, reveló que la Isla tiene al borde de la extinción por lo menos el 46.31 % de la flora nacional y 4.627 especies locales amenazadas, lo que la coloca como la isla del Caribe con peor situación en la conservación de sus especies.

El trabajo dejar ver, que la introducción al país por parte del hombre, de especies ?exóticas invasoras? constituye la principal amenaza, dado el desplazamiento que provoca de ejemplares nativos o endémicos, haciendo descender sus poblaciones o en el peor de los casos extinguiéndolas.

Invasores exitosos

Según Julio León Cabrera, especialista técnico principal del Jardín Botánico de Cienfuegos, ?una especie exótica invasora (E.I) es aquella que ha sido trasladada lejos de su lugar de origen y por condiciones naturales logra un desarrollo mayor al de las especies nativas, que se encuentran en el nuevo entorno o habitad en el que ha sido introducida.?

Explica el especialista que estas variedades poseen extraordinaria capacidad de propagación y adaptabilidad.

En Cuba existen al menos 323 especies vegetales invasoras que colonizan entornos naturales y agrícolas. Del mismo modo se han computado otras 232 plantas exóticas que tienen potencial para ingresar a la categoría de invasivas. Algunas de las conocidas se hallan entre las 100 más agresivas.

?Tan sólo en el Jardín Botánico se ubican 81 especies de árboles y unas 100 variedades de hiervas con potencial para convertirse en invasoras?, dijo en entrevistado, quien reconoce que muchas han salido del recinto a través de los visitantes, que luego las diseminan indiscriminadamente por toda la geografía insular sin tener en cuenta medidas de contención.

Las más nocivas

León Cabrera cita al marabú, la sensitiva mimosa, la pomarrosa, el charangüito, el cayeput, la casuarina, el tulipán africano, la piña de ratón, el algarrobo de la india, la lechuga de mar, la leucaena, entre otras.

En el reino animal ocurre otro tanto. María Araujo Feito, bióloga marina y especialista principal del grupo de gestión ambiental, en la Unidad de Gestión del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba (CITMA), nos aseguró que entidades científicas cubanas en colaboración con pares extranjeras, han emprendido sendos estudios para identificar y contener a especies invasoras del reino animal. Al indagar por las más significativas Araujo mencionó el pez gato o claria, el mejillón verde, el pez león y el perro jíbaro.

Aunque Araujo no los mencionó, estos estudios revelan que existe preocupación seria con especies como el hurón, la rata negra y la gris, el ratón doméstico, el pájaro vaquero, la hormiga de fuego o santanica, el caracol gigante africano, por solo citar los más conocidos.

Daños de consideración

Ambos especialistas coincidieron en enfatizar el estrago que estas variedades de plantas y animales ocasionan al ecosistema y a la economía nacional.

Entre los perjuicios más visibles se cuentan la ocupación de millones de hectáreas de tierras fértiles por el marabú, el exterminio de bancos de peces de nuestro litoral marino por el pez león. Según un reporte del diario Juventud Rebelde, en la Ciénaga de Zapata, las clarias estaban ocasionando daños a especies casi prehistóricas y endémicas como el manjuarí, a quien además se le atribuye el exterminio de peces, reptiles y hasta aves. El daño a la industria ocasionado por la perna viridis, al invadir y obstruir los canales de enfriamiento, es harto conocido en la termoeléctrica cienfueguera Carlos Manuel de Céspedes. Además, se conoce que este molusco está aniquilando al ostión antillano. El perro jíbaro ataca por igual a ovejas, puercos, aves de corral y en ocasiones, cuando se agrupa en manada, es capaz de atacar al ganado mayor.

Las zonas donde se reportan las mayores afectaciones teniendo en cuenta su importancia ecológica y económica son el puerto del Mariel, la bahía y zona costera Sur de Cienfuegos, la llanura Centro ? Sur de Pinar del Río y Sierra del Rosario, la llanura Habana- Matanzas, Trinidad, Topes de Collantes y la Ciénaga de Zapata.

Pasando fronteras

Al preguntar cómo entraron estos grupos al país los entrevistados nos descubrieron al menos tres modos:


    Penetración de forma natural: A través de los fenómenos meteorológicos que afectan a la isla, como ciclones o intensos frentes fríos, o en el buche de aves migratorias.
    Penetración casuística o accidental: Es el modo en que se supone llegó la perna viridis; en su caso, adherida al casco de los buques cisternas que transportan petróleo desde Venezuela.
    Penetración consciente o voluntaria: Las formas más visibles son la introducción de especies con fines de explotación económica por entidades estatales autorizadas, o por coleccionistas.

Atajando el mal

Aunque el CITMA desarrolla diversos proyectos que involucran a importantes instituciones nacionales, tendientes a controlar la expansión de las especies invasoras, resultan sumamente costosos y de dudosa eficacia.

Si bien se ha apostado por aplicar métodos de exterminio, ?el mayor efecto que podemos tener sobre la planta invasora es educando a las personas. Enseñarles que las plantas no se siembran al libre albedrío. Para sembrar una planta hay que pensar el lugar que va a ocupar o el daño que puede hacer al ecosistema que le rodea?, dijo León Cabrera.

?Cuando la especie invasora a desplazado a las especies nativas y se ha dispersado por áreas vastas, su erradicación es muy costosa?, asegura Araujo. En el caso de la perna viridis, la bióloga nos refiere ?se ha controlado a partir de su extracción. Un componente importante que tiene el proyecto es la educación ambiental, hacer que en las comunidades tomen conciencia?.


Publicado en:https://www.cubanet.org/mas-noticias/especies-exoticas-la-invasion-silente/

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