Un hombre mete su cabeza en una barbería y pregunta:
- ¿Cuánto tiempo le falta para que me pueda hacer un corte de pelo?
El peluquero mira alrededor y le dice:
- Como 2 horas. Y el hombre se va.
Unos días después el mismo hombre vuelve a la barbería y desde la puerta le pregunta al peluquero:
- ¿Cuánto tiempo le falta para que me pueda hacer un corte de pelo?
El peluquero mira alrededor de la barbería y dice:
- Como tres horas. Y el hombre se va.
Una semana después el mismo hombre vuelve a la barbería y desde la puerta le pregunta al peluquero:
- ¿Cuánto tiempo le falta para que me pueda hacer un corte de pelo?
El peluquero mira alrededor de la barbería y dice:
- Como hora y media. Y el hombre se va.
El peluquero mira a un amigo que estaba en la barbería y le dice:
- Oye, Pepe, por favor sigue a ese hombre y mira a dónde va. Él siempre viene,
pregunta en cuánto tiempo le puedo hacer un corte de pelo pero después nunca regresa.
Un tiempo después, Pepe vuelve a la barbería, riéndose histéricamente.
El peluquero le pregunta:
- Pepe, ¿a dónde fue el hombre después de pasar por aquí?
Pepe, con lágrimas en los ojos de tanto reirse, le dice:
- ¡A tu casa!
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- Juancito -dice la maestra-. Multiplica cinco por doce.
- Sesenta -responde el nene después de pensarlo un segundo.
- Maricusa ¿cuánto es 35 menos 7?
- Veintitrés -dice la pecosita del aula casi instantáneamente.
- Pepito... responde... ¿69 entre 3?
- Este... ¿69 entre 3? ¡¡No, maestra, imposible!!
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