Los campos de reconcentración nazis no fueron un invento de Hitler, sino del militar español Valeriano Weyler, quien gobernó en Cuba durante los años 1896 al 1898. Durante esos dos años, se encerraron a más de 400mil cubanos, de ellos, se estima que unos 300mil murieron de hambre y enfermedades. Un genocidio impuesto por España a Cuba que no pudo evitar la derrota del ejército español de manos de los mambises cubanos.