“Ya tenemos un templo dedicado a la virgen de la Caridad –exclamó el parroco Brito Cárdenas– Recuerdo, hace años, en la bendición de la Iglesia de San Juan de los Yeras, que el Cardenal Bertoni, enviado de Juan Pablo II, prometió hacer de la parroquia villaclareña de El Buen Viaje, el Santuario Diocesano de la Virgen de la Caridad, y cumplió su palabra”.
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“En aquel entonces –nos dice el párroco– yo era seminarista, ayudaba en la misa. Doce años después se logró terminar el templo, con un espacio para la Virgen donde todos puedan verla de cerca y orarle, así como un cuarto para ponerle velas y exvotos”
Santuario en Santa Clara
Estuvieron presentes en la inauguración del templo, el Cardenal Tarsicio Bertoni, el Obispo Diocesano Monseñor Arturo González, Monseñor Arnaldo Fernández, Vicario General de la Diócesis, el Padre Yasley Brito, Párroco del Santuario Diocesano, entre otros representantes de instituciones, fieles y diáconos.
Motivados por la dedicación del nuevo Santuario a la Virgen de la Caridad, cientos de jóvenes se reunieron para celebrar. Entre cantos, dinámicas y representaciones teatrales transcurrió aquel encuentro.
La historia de la imagen de la virgen de la Caridad que alberga el templo, pocos la conocen. Finalizando el siglo XIX, Rosalía Abreu –hermana de la insigne patriota y patrona de Santa Clara, Martha Abreu– realiza un viaje a Francia y ofrece traerle un regalo a Rita Estévez, hermana de Luis Estévez y, por ende, cuñada de doña Marta. Rita, devota de la Virgen de la Caridad, le pide que le traiga una réplica de la imagen que se exhibe en El Cobre y así tallada en madera en Francia, llega a Matanzas donde moraba Rita.Virgen Peregrina, su historia
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La señora Estévez al estar muy delicada de salud y presentir su muerte, entrega la imagen de la Virgen a Mercedes a Franqui, esposa de su médico de cabecera, el doctor Luis Figueroa.
A inicios del siglo veinte, Figueroa con su esposa se trasladan a Santa Clara por motivos de trabajo, quien trae consigo la imagen que hoy nos ocupa.
Al fallecer Rita, las hijas se quedan como propietarias de la imagen. A finales de 1997, de la familia Figueroa Franqui sólo quedaban en Cuba, y vivos, el arquitecto Luis Cárdenas, uno de los descendientes y heredero legal de la imagen, y dos de sus tías: Ofelia y Delia, quienes deciden donarla al Obispado de Santa Clara.
En 1998 fue llevada por pueblos y ciudades de toda la diócesis como preparación a la visita del Papa, y fue la imagen ante la cual oró Juan Pablo II en su sacristía privada durante su permanencia en nuestra ciudad, por lo que posteriormente el Sumo Pontífice le envió de regalo un rosario de oro, que desde entonces acompaña a la imagen.
El Cardenal Tarsicio Bertone, cuando asistió a la consagración del templo, en su homilía, hizo referencias, a la historia de la Virgen Peregrina.
Muchos, en Santa Clara, cada domingo, asisten a misa y muestra devoción por la Patrona de Cuba en su templo consagrado. «Vine con mi familia para disfrutar de la Misa a la Virgen de la Caridad, porque siempre la hemos venerado. Y mira a tu alrededor, cada día son más los que vienen a rezar a la virgen, los vez de todas las razas, de todas las edades, hasta militares ya vemos en la iglesia. ¿Estará la Virgen haciendo el milagro de unir a todos los cubanos?».
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