?Asegúrese de probar nuestro ron mientras esté acá? dijo un funcionario cubano de inmigración. ?Tendrás que pagar impuestos por el ron que declaraste? replicó una semana después desde la aduana estadounidense.
El estadounidense que viaja a Cuba sabe de ella todo: ron y ?bloqueo?. Ese es el resumen.
Este se convierte en el primer término en español que se aprenden: ?bloqueo, bloqueo, bloqueo, embargo económico y político?. Desde hace 60 años, Estados Unidos fijo un embargo a la isla, un espasmo de la Guerra Fría que vive mucho tiempo después de que la lucha que pudo haber servido terminó. En Cuba no sirvió más que para quizás empobrecer algunos mientras que fomentaba la corrupción que enriquece otros.
Y como ese otro hervor imperial, la base naval de los Estados Unidos y la prisión de Guantánamo, el embargo se ubica encima de Cuba como una manta simbólica de la política exterior estadounidense, mantenida por los presidentes tanto demócratas como republicanos.
El embargo es también por lo que no se puede comprar el ron cubano en América.
“Siéntate, toma algo de beber, ron para mi amigo. Usted es estadounidense, debo hacerle una pregunta “, comenzó una docena de encuentros con cubanos de diferentes estilos de vida.
Educados o no, viejos o jóvenes, todos preguntaron: ¿por qué los Estados Unidos mantienen el embargo? Fidel Castro está muerto. Su sucesor, su hermano Raúl, pronto lo estará. La Unión Soviética ya no existe. Los excesos de la Guerra Fría, cuando Cuba buscaba exportar su revolución, ahora son sólo historias de aventuras que los viejos hombres no recuerdan a sus aburridos nietos.
El objetivo declarado del embargo es presionar al gobierno cubano hacia la democratización. Las empresas estadounidenses no pueden invertir en Cuba. Los cubanos no pueden vender sus productos agrícolas en los Estados Unidos. El embargo preservó esos maravillosos autos clásicos americanos que se ven en cualquier documental sobre Cuba, congelados en el tiempo, ya que pocos vehículos nuevos pueden ser importados.
Los rusos por un tiempo se convirtieron en el padrino económico de Cuba, seguido por el Período Especial, aquellos años de sufrimiento particularmente agudo después del colapso de la Unión Soviética.
Hubo un relajamiento limitado del embargo, ya que se aplicaba a los turistas bajo la administración de Obama (y un cambio titular de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana en una embajada.
“Toda mi vida todo lo que sé es que los estadounidenses no vienen”, dijo un cubano, un maestro de escuela jubilado. -Los rusos llegaron. Los turistas canadienses que tenemos en todas partes, algunos chinos. Fidel trajo a muchos visitantes de África, pero nadie de los Estados Unidos. Está a unos 90 kilómetros de esa manera, ya sabes.
He intentado en cada encuentro con ron explicar por qué Estados Unidos podría querer mantener el embargo en su lugar. ¿No quiere el pueblo cubano la libertad que le pedí? Sí, por supuesto, pero el embargo no parece haber tenido mucho efecto en eso y ha sido toda una vida, contestó la mayoría. ¿Y cómo es que el presidente de los Estados Unidos prohíbe la importación de piezas de repuesto para promover la democracia en Cuba?
Bueno, traté de explicar cómo el ron me calentó un poco demasiado, ya que Cuba es una economía socialista, el levantamiento del embargo beneficiará al gobierno, que posee todo. Mis viejos amigos cubanos se preguntaban si estaba borracho lo suficiente como para creer que Cuba todavía estaba herida por las alucinaciones revolucionarias de los años sesenta. La economía cubana de 2017 era una pirámide invertida, con algunos ya ricos de los ingresos de pequeños restaurantes independientes y taxistas que hacían docenas de veces lo que hacen los médicos.
11 millones de justos por 2 pecadores El nuevo uno por ciento de Cuba, me dijeron, eran los que habían descubierto cómo conseguir sus casas en AirBnB para alquilar a extranjeros. Mientras tanto, a través de algunos días modernos Silk Road, artículos de lujo llegar a los ricos, mientras que los estantes de las tiendas en los barrios están mal abastecidos con elementos básicos. Como dijo una persona, durante décadas América ha hecho la vida más difícil a once millones de personas para tratar de influir en dos, Fidel y su hermano. Ponerle fin al embargo, dijeron los cubanos, vamos a crecer, y resolveremos el gobierno nosotros mismos.
Lo que queda entre los vasos vacíos es la triste verdad de que el embargo sigue existiendo porque es popular entre los cubanoamericanos en Estados Unidos, y los candidatos estadounidenses que cortejan este grupo electoral lo saben. Eso está cambiando: las encuestas muestran que los votantes cubano-americanos más jóvenes y recién llegados tienen actitudes más liberales hacia el alivio del embargo. La demografía en el sur de la Florida puede algún día ayudar a poner fin a la última reliquia de la Guerra Fría en el hemisferio occidental.
El elemento crítico de la política exterior estadounidense hacia la nación más grande del Caribe se basa sobre todo en el favor de un reducido número de votantes envejecidos. Y ahí es donde me di por vencido. Resulta que no puedo beber suficiente ron, ni siquiera en Cuba, para que el embargo tenga sentido.
Traducido al español desde Reuters / Por Peter Van Buren
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Periodista venezolana. ¿La mejor arma? Humanidad. Pasión se escribe con P de periodismo
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