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El jubo, un reptil peligroso en Cuba



La fauna de Cuba se caracteriza por no tener especies mortales o venenosas, pero en los últimos años se han producido accidentes relacionados con mordeduras a personas por el conocido jubo cubano, señaló hoy un experto.

En entrevista para Prensa Latina, el doctor en Ciencias Biológicas Luis Manuel Díaz,especialista en anfibios y reptiles del Museo Nacional de Historia Natural de Cuba, explicó que aunque la mayoría de las serpientes cubanas son inofensivas y su mordedura no es venenosa, el jubo (Cubophis cantherigerus) es una especie de mordedura tóxica, aunque no letal.

Su saliva -explicó- contiene enzimas del mismo grupo químico que algunos de los componentes del veneno que tienen varias de las serpientes más venenosas del mundo, como la cascabel.

Esas toxinas pueden provocar reacciones en los humanos, incluso producir cuadros clínicos bastante complicados, aseveró el doctor en un salón de su institución científica en La Habana.

En el país -dijo- hay registros de varios casos de mordeduras por jubos, sobre todo en niños. Esos casos han visto desencadenarse una serie de síntomas o reacciones, quizás porque se trata de personas con ciertas predisposiciones como son las alergias o el asma, estimó el experto.

Básicamente -señaló- esos ataques provocan enrojecimiento en la zona de las mordeduras, inflamaciones, y en algunos casos extremos edemas, infecciones urinarias e incluso fiebre.

El experto considera necesario como precaución nunca manipular el jubo ni usarlo tampoco como una mascota o animal afectivo.

Estos animales -refirió- tienen una función muy importante en la naturaleza, pues son controladores de roedores, lagartos, ranas y hasta algunos tipos de aves, contribuyendo al equilibrio natural.

Se trata -dijo- de seres solitarios y escurridizos, pero se aparean para reproducirse. Habitan en zonas rurales y también en zonas urbanas y semi-urbanas.

"Cuando se ve amenazado, adopta una conducta intimidatoria, se levanta sobre el suelo y aplasta la parte anterior del cuerpo como si fuera una cobra, y lanza mordidas", explicó.

Aunque no se han cuantificado los casos, refirió el especialista, en los últimos diez años o doce años se registraron casi diez casos en La Habana, sin tomar en cuenta el resto del país.

Esta especie tiene un pico de actividad estacional, sobre todo durante el verano, con la temporada de lluvias y el calor es cuando son más visibles y quizás también más tóxicos, apuntó.