Dmitri Prieto
HAVANA TIMES ? Caminaba una tarde cerca de la vieja termoeléctrica de Tallapiedra, emplazamiento cercano a donde suelo tomar la guagua para mi casa, próximo también a una escuela primaria donde un tiempo estuve haciendo trabajo etnográfico sobre Antropología de la Educación, cuando me llamó fuertemente la atención algo marcado con color blanco sobre el pavimento de la acera.
Lejanamente recordaba aquellos contornos de cuerpos humanos muertos que la Policía criminal delinea sobre el piso en las películas y series extranjeras.
Me acerqué, y efectivamente, era una silueta humana, pero no portaba rasgos de hechura policial; en cambio, tenía factura mística: huellas de un sacrificio, a todas luces de animal plumífero y de dispositivos, al parecer, de magia homeopática, como un rollo de esparadrapo y algunos otros aditamentos. Todo un despliegue de artefactos, supuestamente para inducir una acción desde lo espiritual sobre alguien. También había restos de sangre.
En La Habana, permeada de espiritualidades afro-ancestrales, este tipo de montaje mágico es, sin duda, raro. Más bien se ven restos de sacrificios rituales debajo de los árboles, y mucho objeto mágico portado por practicantes que transitan por sus calles, así como algún que otro tambor, y la clara señalización de las locaciones donde se ofician los cultos.
En fecha próxima, cuando pasaba otra vez por el lugar, noté (ya con el tiempo se había dispersado el arreglo espacial del setting) que donde estaba delineada la cabeza de la figura humanoide pintada sobre la acera, había trazos correspondientes, aparentemente, a unos signos del sistema adivinatorio afro-ancestral de Ifá.
Ese sistema usa una simbología binaria, pero el tiempo, los transeúntes y quizás alguna lluvia habían deteriorado el diseño de los signos, por lo que se hacía difícil identificar cuál era cada uno. Me di cuenta que la vez anterior no había visto esos signos, porque se encontraban tapados por los restos del sacrificio. En la regla Ifá cada practicante tiene un signo propio?
Seguía pareciendo un ataque – ¿aunque quizás me equivoco en esa interpretación?
Interesante huella de un combate espiritual, de confrontación mística, que quiera Dios no se convierta un día acá en Cuba en una guerra de todos contra todos.
Publicado en:http://www.havanatimes.org/sp/?p=122281
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