Hace un par de semanas estuve, por motivos de trabajo, en Playa Girón, hospedada en el infame Hotel Horizontes, que no le deseo ni a mi peor enemigo.
Para empezar, el estado de las habitaciones es lamentable. El hotel está compuesto por una pila de cabañitas dispuestas a lo largo de la costa. La mia, no se si por casualidad o destino, estaba casi al final del extremo ocidental del complejo. Ya les advierto que en la noche no hay iluminación, asi que caminar medio kilómetro en la oscuridad, tropezando a cada rato con cagadas de caballo no resultó una experiencia agradable para mi. Luego, hay bichos por todas partes, incluso dentro de la cama. Mi habitación tenía un hueco en la pared que daba a la calle que tuve que tapar como pude para evitar que entrasen los mosquitos. El agua de la ducha es salobre y, por si fuera poco, la de mi ducha salía con olor a carne podrida asi que puedo asegurarles que no me bañé ese día.
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La comida es mala y grasienta y se limita a pasta sobrecocida, huesos de pollo con algo de carne, pescado reseco y arroz, mucho arroz, para llenar bien nuestros estómagos. Dicen que ese hotel tuvo en algún momento un chef repostero de renombre que preparaba unos dulces para chuparse los dedos. Indudablemente, ese momento fue hace mucho tiempo y su sustituto no aprendió algo tan básico como que hay que sacar las cáscaras de los huevos de la masa del cake.
El primer día dormí tan incómoda que me levanté temprano y vi que estaba amaneciendo, asi que salí a pasear. Y fue en ese paseo donde Playa Girón me mostró su belleza. Los colores pastel del amanecer iluminando ese malecón ruinoso que bordea el hotel y reflejandose en el turquesa profundo de las aguas del Caribe resultaron ser cautivadores y decidí no dejar escapar el momento y capturarlos con mi teléfono.
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Publicado en:http://yusnaby.com/la-belleza-decrepita-de-playa-giron/>
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